Todos
cuantos trabajamos en las empresas de
trabajos forestales
estamos acostumbrados a responder todo tipo de
preguntas de familiares y conocidos con referencia a la madera y la leña. ¿Qué
leña arde mejor? ¿Cuál es la madera más indicada para hacer brasas para la
carne? ¿Qué leños son los más cálidos en una chimenea? Y con ellas podríamos
rellenar varios blogs como este.
Una de las cuestiones más frecuentes que formulan, sobre todo, quienes tienen
una chimenea en casa, es por la forma y el lugar más apropiados para conservar
la leña. En lo que se refiere al lugar, es imposible dar una respuesta sin
conocer la casa, pues en cada una debe ser posible encontrar algún rincón seco
y, a ser posible, resguardado de la lluvia y la humedad.
Porque la madera, la leña en concreto, como bien sabemos quienes dependemos de
las empresas
de trabajos forestales
para nuestro sustento, está completamente reñida con
el agua. Nunca será fácil conseguir que arda un tronco mojado pero aun cuando
consigamos que prenda, llenara de humo toda la casa por muy limpia que pueda
estar la chimenea. Pero todavía puede ser peor: La madera húmeda terminará por
pudrirse y será completamente inservible para la chimenea.
De modo que el lugar perfecto para almacenar la leña tiene que protegerla de la
humedad, por lo que una superficie de cemento, de baldosas o de hormigón puede
ser suficiente y, si no es posible, un plástico bien grueso colocado en el
suelo puede hacer de aislante. También el plástico puede proteger tu leña de la
lluvia pero ¡cuidado! En Explotaciones
Forestales Lagarcía, cuando no amenaza la lluvia, retiramos los plásticos para
que los troncos y leños se oreen.