Siendo
unas de las principales empresas de
trabajos forestales
de nuestro país hemos hablado en ocasiones anteriores de
las diferentes enfermedades que pueden afectar a la madera. Los árboles, como
seres vivos que son, pueden verse afectados por diferentes tipos de agentes
patógenos aunque principalmente éstos son de dos tipos: insectos y hongos.
En ocasiones anteriores hemos hablado con más detalle de los insectos xilófagos,
principalmente termitas y carcomas, y de los métodos que empleamos las empresas de trabajos forestales
para su
erradicación. Lo cierto es que es más frecuente que los insectos actúen con más
frecuencia sobre la madera cortada y tratada (vigas y pilares en la
construcción, muebles, ventanas, suelos…) que sobre el árbol vivo.
Por su parte la acción de los hongos es más frecuente en los árboles vivos
aunque también tienen una incidencia especial en la madera recién cortada. No
todos los hongos son iguales ni su acción sobre la madera a la que afectan es
la misma. Por eso queríamos centrar nuestra atención sobre los conocidos como
hongos pudridores que pertenecen a la clase de los Basidiomicetos.
Podemos distinguir dos tipos genéricos de hongos, los que provocan una pudrición
parda que afectan principalmente a la celulosa de la madera dejando un residuo
formado por lignina, que puede deshacerse fácilmente con los dedos, y los que
provocan la pudrición blanca que degradan al mismo tiempo la celulosa y la
lignina dejando un residuo fibroso mucho más resistente.
Si tienes sospechas de la presencia de hongos en tus árboles, los técnicos de Explotaciones Forestales Lagarcía
pueden
ayudarte a identificar el tipo de hongo y ofrecerte sistemas específicos para
su erradicación.
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